jueves, septiembre 02, 2021

 

Precaria Cotidianidad

Interrumpo la elaboración de mi nuevo currículum vitae para comentar que volvemos, tras unos meses de servicio ininterrumpido de suministro de agua en Chacao, a la precariedad de no saber cuándo lo tendremos. Esto llevó hace un par de meses al alcalde a dar inicio a la realización de un proyecto de suministro de agua mediante pozos perforados en varios sitios en el casco central del municipio: luego de unas semanas luego de perforados los pozos y construida la red de distribución desde cada pozo hasta los edificios cercanos, se logró el suministro, que no pasó de ser simbólico: un chorrito apenas perceptible que permitiría llenar el tanque de un edificio en tres o cuatro días, si no fuera por la mala costumbre de los residentes de gastarse el agua en zoquetadas: que si lavar platos, preparar comida, lavar ropa, limpiar las casas o regar las pocas plantas de los que se resisten a tener un remedo de naturaleza plástico en sus hogares. Hace un par de semanas la alcaldía informó que la empresa estatal Hidrocapital había establecido un calendario de suministro de 1 pm del lunes y el martes; es decir, día y medio de suministro cada semana, lo que ocurrió durante dos semanas. A la tercera falló y hubo que acudir a las cisternas.

La última excusa de Hidrocapital para la interrupción del suministro fue “la caída total del bombeo del Sistema Tuy II por disparo debido a fluctuaciones eléctricas causadas por fuerte lluvia y descargas atmosféricas”, lo que hace pensar que se están desviando las importaciones de azúcar para fabricar aisladores eléctricos, y la producción de cabello de ángel para fabricar conductores eléctricos, que las fuertes lluvias disuelven —más rápido que una manifestación cuando aparecen los colectivos armados— y que los rayos hacen saltar por los aires, achicharrados por el corrientazo celestial. 

Hasta donde sé, las líneas, subestaciones, conductores y transformadores de transmisión y distribución de electricidad se hacen, en la gran mayoría de los casos, para ser instalados al aire libre, con excepción de los equipos de control y de operación remota, que se protegen de la intemperie en sus respectivas casetas o salas y centros de control. Además, todas esas instalaciones incluyen pararrayos y conexiones a tierra que aseguran la protección contra descargas atmosféricas. Y por último, los equipos de bombeo deben tener dispositivos de protección contra fluctuaciones del fluido eléctrico que los alimenta, que actúan en cuestión de milisegundos para evitar daños de las bombas, y que restablecen de manera automática la alimentación en cuanto el fluido se normaliza.

Por su parte, la excusa del alcalde para el impredecible y disminuido resultado del sistema de pozos y redes distribuidoras es que la preñez de las tuberías toma tiempo: semanas, por lo visto. Tras una semana de operación del pozo de la plaza El Inmigrante —que suple a 52 edificios de cuatro calles aledañas—, hace tres semanas el sistema dejó de funcionar debido a que un bajón del suministro eléctrico disparó las protecciones de las bombas de los pozos, y desde entonces no ha habido manera de restaurarlo: las notificaciones de residentes de esos edificios —por medio de un chat creado por la alcaldía para informar sobre el sistema de suministro de cada pozo—, son constantes, y las plantillas de la alcaldía para revisar las conexiones se presentan diariamente, pero los reclamos continúan, sin que haya explicación convincente. Un experto en sistemas de distribución de agua por tuberías afirmó que hay problemas de diseño: diámetro insuficiente de la tubería de distribución y tal vez bajo caudal de suministro de la bomba del pozo.

Por si eso no fuera suficiente para sentirse viviendo en la prehistoria, uno de los vecinos informa que el Departamento de Ecología de la Escuela de Biología de la UCV y el Centro de Microbiología del IVIC hicieron un estudio que duró dos años y que llegó a la conclusión de que las plantas de tratamiento para potabilización del agua enviada a Caracas no funcionan, y que el único “tratamiento” que se hace es el que realizan guardias nacionales en lancha en los embalses, de recolección ocasional de escombros y objetos lanzados por habitantes de los alrededores.


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