viernes, enero 20, 2006

Rebelión antigermánica

Me rebelo ante el alemán. Me río de su pretensión de borrar de mi mente los recuerdos, como si de un Don Limpio se tratara. ¿Recuerdan a Don Limpio? “Don Limpio limpia la casa y todó lo que hay en ella…”. Don Limpio era un Lotario michaeljacksonizado… ¿el pionero?. Así me imagino al alemán, con su franela blanca de mangas cortas apretadas en los bíceps, limpiando los cerebros de recuerdos como si éstos fueran sucio que contamina las neuronas, con una esponja tres eme o un cepillo de alambre, frotando y frotando hasta eliminar conexiones, sinapsis, ramificaciones. Al principio ataca cosas sencillas y recientes… claro, el tipo se está metiendo en una selva de neuronas interconectadas que es la propia maraña, la mismísima selva húmeda tropical llena de enredaderas, bejucos, lianas y desde luego, con una esponja o un cepillo es poco lo que puede hacer: pero el tipo es insistente y malasangre y agarra lo primero que encuentra. Entonces uno acaba de cepillarse los dientes, guarda el cepillo y la crema dental, da media vuelta y se pregunta si el sabor a menta que tiene en la boca es por el caramelo que se comió después de almuerzo o si ya se lavó los dientes; total, que termina uno cambiando de cepillo dental cada semana porque la divergencia de las cerdas apenas sirve para masajear la mucosa interna de los cachetes y la lengua. Lo más desagradable es cuando el alemán malintencionado ataca el recuerdo del desodorante: ¿Me lo puse? ¿No me lo puse? Uno se huele las axilas y percibe un perfumito leve que no sabe si es el del jabón y entonces se pone desodorante y a los diez minutos está nuevamente frente al espejo con el seño arrugado haciéndose el mismo par de preguntitas. Total, que termina uno con las axilas superreforzadas como si fuera la armadura de Aquiles, a tal punto que de ahí no sale ni la más minúscula gota de sudor no te digo en veinticuatro horas: ¡En un semana!, si no fuera por la costumbre de bañarse cada tres días… desde que Penzini Fleury dijo que después de cierta edad no hay que bañarse tan frecuentemente porque ni que uno fuera obrero de la construcción o corredor de maratón. Y poquito a poco el germano avanza en su empeño y en el momento en que uno -léase “una” si es de su gusto-, que estaba de lo más emocionado echando un cuento para convencer a una jeva, o a un jevo según sea o no sea, convencerla de la juventud que uno tiene a pesar de la edad, o al presidente o encargado de Recursos Humanos de una empresa donde busca un empleo, de la juventud que uno tiene a pesar de la edad, justo en ese momento el Don Limpio alemán elimina el supuesto sucio que uno estaba utilizando en el cuento y te quedas con la mirada en un horizonte más lejano que el que se ve en la playa, o que se veía cuando había viaducto porque capaz que hasta el horizonte se cayó y el mar se calló porque pa’ pavoso que lo busquen, o no sé si será que en una vida anterior el comandante era chamán de una tribu caribe residenciada en lo que sería unos siglos después el estado Vargas y la tribu lo mandó a freír monos, no tanto porque supiera cocinarlos como por lo difícil de encontrarlos en la playa, porque era más lo que hablaba que lo que curaba y se cansaron de que los reuniera alrededor de la fogata para hablarles por horas y horas y lo botaron, y el tipo se murió de la calentura y reencarnó en lo que es hoy, que alguien me diga qué es, y se vino con todo su resentimiento y sus conocimientos chamánicos a echarle cuatro vainas a los varguenses como si todavía fueran la tribu de caribes aquella, y a lo mejor en la cuenta de él van no más que dos, el deslave y el viaducto, y todavía faltan dos y Dios los agarre confesados.

Pero sea lo que sea, uno se queda mirando el horizonte lejano y entonces la jeva o el presidente o el jefe de Recursos Humanos se quedan viéndolo a uno como diciendo sejuela y chao chama o chao chamba, y como yo no sólo no quiero sino que no me puedo permitir un no más, sea de jeva o de contacto para empleo, le pico adelante al alemán, Alois se llama el tipo pero ya no le digo así porque está bien que se la aplique a otro, o ni tan bien, pero que venga a aplicarme a mí su frotadera intracerebral sinápsicofulminante, ¡qué va!. Así que de ahora en adelante, y espero que tomen nota porque no lo voy a repetir porque no podré, de ahora en adelante el pasado es pasado y no me pidan que recuerde porque me niego: Que si hice o no hice, que si dije o no dije, que si oí o no oí, que si sentí o no sentí, que si hiciste dijiste oíste sentiste o no; que si firmé o no, que si voté o no, que si soy chavista u oligarca o todo lo contrario, que si me despidieron o no, que si me pagaron mis prestaciones o no, que si desde entonces estoy pelando o no; nada de eso será conmigo. Y si se les ocurre presentarme una jeva para ver si por fin siento cabeza, por favor adviértanle antes que conmigo no va lo de preguntarme sobre lo que fue antes de ella porque será como si yo hubiera nacido el día en que la conocí, y que si no le gusta un tipo para el que lo único que hay es el presente y lo que haya de cierto en el futuro cuando venga, porque tampoco lo recuerda, pues que ni lo intente, aunque si lo intenta no tendrá que preocuparse de que yo comente el asunto de su fracaso porque todo quedará entre ella y ella porque yo no recordaré ni pizca; y si me van a recomendar para un empleo le dicen al contacto que se conforme con leer el currículo y que no me pregunte sobre tal o cual trabajo porque ni cara de mirar al horizonte lejano voy a poner sino que voy a contestarle que dónde está mi escritorio y si me van a dar laptop, pero será por contestarle cualquier cosa porque no voy a recordar su respuesta y será mejor que me dé el empleo porque si no me lo da no voy a recordarlo y me presentaré igual al día siguiente preguntando a la recepcionista que cuál es mi escritorio y si me van a dar laptop y que qué vas a hacer ahorita, preciosa recepcionista, porque lo que vas a hacer a la salida del trabajo no lo voy a recordar, y capaz que se va ella para el bar de la esquina a cuenta de hora feliz a pedir como loca tragos dobles contando con que yo voy a encontrarme con ella y a pagar, y yo lejos de ahí en el primer carrito que pasó por mi lado porque ni me acuerdo pa’ dónde voy.

Y aquí termino porque desde ya empieza mi rebelión antigermánica y ya no me acuerdo por qué empecé a escribir ni de quién es esta computadora ni para quién era el mensaje ni por qué es antigermánica mi rebelión porque que yo sepa los alemanes son de lo más simpáticos, sobre todo cuando están de vacaciones y se fajan a beber cerveza como teutones, pero que no me hablen porque lo único que sé de alemán es liebefraumilch y no porque mi mamá haya sido alemana, que yo recuerde, sino porque… porque...

Simón Saturno
Enero 21, 2006

miércoles, enero 18, 2006

Por ahora no me muero

Yo no sé ustedes, pero yo me niego a morir en este siglo, tanto porque lo considero un siglo perdido, como por la inutilidad de mi cadáver si muero en los próximos años. Hasta hace poco tiempo pensaba que mi cuerpo podría servir a los estudiantes de medicina, y así lo había comunicado a los miembros de mi familia que pudieran tener algún interés en el destino de mis restos a la hora de que yo pase el páramo. Me lo imaginaba arrugado, piel de pergamino ennegrecido, boca arriba, indicando con pliegues de ese cuero los sitios donde alguna vez hubo músculos y otras cosas, sobre una fría mesa de acero inoxidable… claro, a esas alturas de “mi vida” yo no sentiré ese frío sino otro, porque mi espíritu ya estará gozando de las mieles del cielo o las de la quinta paila. A mi lado, silenciosa, una estudiante pasea su mirada por las líneas de un grueso volumen de Anatomía Patológica que reposa en sus piernas, mientras delicadamente acaricia el dedo pulgar de la única mano que me queda, desde que un adolescente entrado en la universidad antes de tiempo le pidió una mano a un compañero igual de creativo y entre los dos me cortaron, o mejor dicho, le cortaron a mi cadáver, ya no mío sino de la Facultad de Medicina de la UCV, la otra mano porque les pareció una excelente broma meterla en la cartera de otra estudiante, que se la llevó a casa y vaya usted a saber si la mano está aún en la cartera en casa de la chica porque todavía no ha vuelto a usar esa cartera y ni cuenta se dio cuando sacó el monedero, los cigarros, la pintura de labios, el rouge, el rimel, el bolígrafo y el celular, porque la cartera es de cuero y la mano que rozaba era también cuero y sacaba las cosas mientras hablaba por el celular con el tipo al que acaba de llamar porque si es por él ella se queda esperando y el tipo nada. O tal vez la chama es fría como un témpano, como mi segunda esposa o como la hermana de la novia mía que dirigía el conjunto de gaitas, que estudiaba medicina y no se conmovía ni con la publicidad de harina Pan, y resulta que la chama vio la mano y con la misma la sacó y la botó en la papelera y ahora la mano está confundida con todo tipo de desperdicios en el relleno sanitario de La Bonanza y yo pagando en la factura de la electricidad para que un tractor la mezcle con tierra y chao chigüire con la mano; o a lo mejor no porque la chama vio la mano y ya se la comió el perro, un caniche de lomo amarillento que ya está harto de comer alimento concentrado, que la agarró mientras a ella le daban los primeros auxilios -abanico en la cara, agua con azúcar, alcohol en la frente- luego del desmayo que siguió a su grito de horror.

Pero la tecnología de ensayos no destructivos ha ido evolucionando muy rápidamente: que si rayos x o rayos gamma, que si tomografías axiales computarizadas, que si ecosonogramas y termografías y quién sabe cuántas pruebas más para el examen en vivo y directo de los vivos, valga la repitencia; sin contar las que sirven para examinar el aura, el iris, los chakras, los canales energéticos y la reflexología que ve todo lo de adentro en los pies y en las manos y en las orejas, o la iridiología, que es más que ver el espejo del alma, y no te cuento de los que leen la borra del café, con poco que hacer en estos días por la manía gubernamental de estar regulando el precio del café sin contar con que vender café es el negocio de algunos, y los que leen las cartas -astrales o del Tarot o españolas- y total que ahora no hay que morirse para saber de qué se murió uno, sino que te lo dicen meses antes, si es que la cuenta no te adelanta el momento, y tu descomposición interna te la detallan al pelo antes de la muerte y descomposición final y total, de tal suerte que los cadáveres ya sólo sirven para que los químicos y biólogos estudien los procesos de putrefacción y ni para eso porque ahora hay modelos computarizados que te lo muestran sin necesidad de ensuciarte las manos de muertos y sin olerlos y mucho menos verlos, y ahora nadie quiere cadáveres ni regalados. Y dudo que durante este siglo la gente logre aceptar que es preferible y mejor espectáculo, incluso para los adultos, dar los cadáveres humanos al tigre de El Pinar y demás congéneres felinos para que descarguen la locura que les invade por estar encerrados en esas jaulitas de cemento y rejas de tres por dos, que la descarguen sobre un humano aunque ya no sea ser sino estar tieso. Y ya para entonces las cremaciones serán más costosas que los entierros porque los terrenos de camposantos estarán totalmente invadidos porque ahí no se veía a nadie sino las bases para montar los ranchos, y además la gente pagará para no tener que estar ocupándose de mantener tumbas y evitar invasiones, sin cargos de conciencia por no pararle al mantenimiento y la vigilancia luego de un par de años, por lo que a quien le toque le tocará decidir si me entierran o me queman y en ambos casos mi cuerpo no servirá ni para abono de matas, ya sea porque se pudre en una caja que será de plástico imitación de madera a la que no le entra ni coquito, o porque las cenizas del cuerpo cremado casi son puro calcio que a las matas tampoco les hace ni coquito.

Pero ya en el siglo XXII nuestros cuerpos serán una amalgama indisoluble e imputrefactible de carne, plásticos, silicones, aceros al carbono y metales raros y cerámicas, y nanomotores, chips y órganos electromecánicos y electroorgánicos en miniatura, que a La Pelona la dejarán sin empleo y tendrá que sumarse a las colas de la Misión Róbinson y le saldrán várices como a cualquier madre del soberano y tendrá que irse al módulo de Barrio Adentro a que le implanten par de pantorrillas de aleación de cobalto y plástico con cobertura de piel sintética igualitas a las de Britney Spears, y el médico cubano le recomendará que deje de cargar esa guadaña pa’ arriba y pa’ abajo porque esa vaina pesa mucho y la próxima vez las pantorrillas serán de plástico imitación de palo porque tampoco es que hay pa’ tanto en la revolución, y además ya nadie se muere en este mundo mientras haya plástico y ése no se acaba porque lo reciclamos una y mil veces.

Y el siglo este me parece perdido y no me voy a morir en él porque a estas alturas del XXI estamos echando pa’ atrás porque hay un poco ‘e locos salidos de las profundidades de la ignorancia en que los metió otro poco ‘e locos que no parecían que lo fueran, ignorantes digo, y que se hicieron los suecos durante siglos, con el perdón de los suecos porque no es con ellos o a lo mejor sí, y se hicieron los sordos para no escuchar los lamentos, los ciegos para no ver los lamentos y los locos para no entender los lamentos, y ahora que el poco ‘e locos salido de las profundidades de la ignorancia, los primeros porque los segundos aún no salen, vienen con ganas de invertir las cosas, revolucionarlas como dicen, y lo que hacen es echar pa’ atrás como el cangrejo o como para coger impulso, ojalá pero ¡cognus! ni que fueran a saltar el hueco del viaducto, que es un hueco que no salta nadie porque es más un hueco moral ético vergonzoso que un hueco físico, y los huecos morales son dificilísimos de saltar porque las luces son inmensas, o la falta de luces; lo cierto es que lo del retroceso no es nada más un hecho local producto del realismo mágico, sino que es una pandemia que está contagiando a todo el mundo como influenza aviar, que si a ver vamos influencia cada vez más a cada vez más gente, y si no fuera porque los océanos están llenos de porquerías que lanzan los aviones y los barcos y las ciudades y los ríos que vienen de las ciudades y de los parques industriales que lo que menos tienen es de parques, si no fuera por toda esa porquería ya el mundo se estaría hundiendo, y pa`que se hunda el mundo el espacio tiene que curvarse para que quepan todos y la verdad es que ponernos de acuerdo para que quepamos todos en algo, por más que ese algo sea morcilla, como dice la suegra de mi hermano, nos va a tomar este siglo completito, y morirse en él será una redundancia.

Simón Saturno
Enero 18, 2006

jueves, enero 12, 2006

Desarrollo endógeno planificado*

Claro, Manuel, si se hubiera hecho un concurso de credenciales para contratar ese trabajo que se dio a Iberinco, tal vez se habría encontrado una empresa venezolana con capacidad y experiencia superior a la de Iberinco... pero no hubo concurso porque la Ley de Licitaciones no obliga a hacer concursos cuando se trata de emergencias. En este caso, el sistema eléctrico de Falcón está en emergencia, lo que permite que a dedo se contrate a la empresa que mejor capacitada se considere para desarrollar el proyecto... o a la primera que se tenga a mano, porque emergencia es emergencia y tampoco es que va a estar uno con preciosismos para escoger la que subsane la emergencia, no vaya a ser que se nos viaductice el sistema eléctrico falconiano, sobre todo con lo fácil que es que un sistema eléctrico se caiga. Claro, es más fácil levantarlo que levantar un viaducto, pero no por eso va uno a descuidarse y meterse en camisa de once varas porque cuando un sistema eléctrico se cae no hay carretera vieja por donde mandar el flujo eléctrico, ni avionetas ni helicópteros para transportar electrones. Y dime tú qué es más importante: ¿Que se resuelva la emergencia, aunque por mala suerte le haya tocado a una empresa española la loter... perdón, el trabajo, o que sean cooperativas o empresas venezolanas las que resuelvan la cosa cuando ya el viaduc... perdón, cuando ya el sistema eléctrico está caído y los falconianos que no ven luz sino cuando sale el sol y tienen que enfriar las cervezas a punta de cava y brisas marinas?

¿Qué querías, Manuel? ¿Que se pusieran en CADAFE a analizar las chorrocientas carpetas de empresas y cooperativas venezolanas que pueden hacer el trabajo de construir las subestaciones y líneas que hacen falta en Falcón? Nada de eso, Peloponeso. Yo me imagino que el día en que se presentó la emergencia en Falcón, porque seguramente fue de un día para otro el asunto, el que tomó la decisión agarró el primer folleto de empresa de proyectos llave en mano que había sobre su escritorio, buscó el número de teléfono y lo marcó, sin ponerse a ver si el chorro de números era porque era un empresa de España o de Barinas, porque en Barinas, como en cualquier estado de Venezuela, hay la cooperativa que juega garrote capaz de hacer no te digo subestaciones para Falcón, sino puentes sobre el Orinoco y refinerías para Bolivia y limpiezas de las quebradas del Bronx y todo lo que se te ocurra, pero la emergencia de Falcón no era como para estar pidiendo ofertas y evaluando y que si tráeme los currículos de los que manejan las máquinas de soldar porque no los metiste, o se te olvidaron los estados financieros auditados de los últimos tres años y ahora tengo que explicarte qué es eso de un estado financiero y claro, como la cooperativa se creó hace apenas cuatro años y todavía no le han dado un trabajito, qué estado financiero ni que estado financiero, estado financiero caótico es lo único que tenemos, dirá el Tesorero de la Cooperativa, que es el mismo Presidente y Vicepresidente y Director y Gerente de Recursos Humanos y no es secretaria también porque ese trabajo lo está haciendo la jeva.

Así que, Manuel, no te quejes y manda a imprimir folletos para llenar los escritorios de los tomadores de decisión. Es una cuestión de marketing y de estar donde hay que estar cuando hay que estarlo. Recuerda poner en el folleto que tú no haces un trabajo de ésos sin llevar al cliente a la fábrica donde hacen los transformadores de corriente y los switchgears y los teléfonos celulares, porque está bien que haya emergencia, pero tampoco va uno a tomar decisiones de instalar equipos sin que el cliente compruebe que eso es lo que quiere porque lo primero es el cliente y no lo puedes llevar a Valencia, Carabobo, ni a Mérida, Mérida, ni a San Francisco, Yare, ni a San Antonio, Táchira, sino a Valencia, España, o a Mérida, México o España, o a San Francisco, California, o a San Antonio, Texas, porque ahí es donde se fabrica lo que hay que ver.

Y no te pongas, Manuel, a estar regando especies como la de que no se está considerando a las empresas de ingeniería nacional, porque ésas las tenemos reservadas para los proyectos que están en el Plan de Desarrollo del Servicio Eléctrico Nacional, que por el momento se mantiene en secreto porque todavía no cuadran las cifras de demanda con las de oferta de gas y con las de las cooperativas eólicas y las de geotermia, porque no me vas a negar que si hay aguas termales es porque debajo del territorio nacional la cosa está que arde, como por encima, y a eso se le puede sacar el jugo, digo a lo que está por debajo, y los planes tienen que hacerse bien porque si no vienen a decir que uno es un improvisado porque se puso a hacer un plan donde hay un cerro de proyectos de generación con gas sin que haya gas, y no es nada fácil hacer un plan de ésos pensando que todo el mundo va a tener electricidad aunque no la pague porque podrás morirte de hambre o de enfermedad pero no a oscuras.

Simón Saturno G.
Enero 12, 2006

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* Respuesta a Manuel, que después de citar la noticia de que "Iberinco, filial de ingeniería y construcción del conglomerado eléctrico español Iberdrola, se adjudicó un contrato de 79,4 millones de dólares para reforzar la infraestructura eléctrica en Venezuela, específicamente de Falcón" (El Universal, Caracas, enero 12, 2006), expresa: “Como si no hubiera empresas venezolanas para hacer este trabajo... ¡Viva el desarrollo endógeno...!”.

martes, enero 10, 2006

¡Tenemos que hacer algo!

¡Ya basta! Una vez más me escribe un amigo del extranjero para saber si es verdad lo que está ocurriendo en Venezuela, esta vez por lo del viaducto de la Caracas-La Guaira... la verdad es que podría decir simplemente "el viaducto" porque ahora pareciera que es el único que hay. Lo cierto es que me dio vergüenza cuando empecé a responder a mi amigo y escribir que era cierto, que la única vía más o menos decente para llegar del principal puerto del país y del principal aeropuerto del país a la principal ciudad del país, que es su capital, estaba interrumpida porque el viaducto empezó a caerse porque no hay manera de que la gente del cerro Gramoven entienda que ahí no pueden vivir porque se viene el cerro abajo y con el cerro se viene el viaducto porque no es verdad lo que nos enseñaban en primaria cuando estudiábamos las propiedades de las operaciones matemáticas y nos decían que una propiedad de la mortificación es que el orden de los tractores no altera el viaducto, y resulta que no es así porque sí lo altera hasta el punto de caerse y ahora hay que calarse cuatro horas de viaje hasta el aeropuerto mientras la carretera vieja termina de caerse porque después serán seis horas por Carayaca y treinta y seis por Higuerote-Chuspa-Los Caracas porque a mitad de camino se le rompe una punta d'eje al carro y tardarán dos días en repararlo si consiguen el repuesto que viene por Puerto Cabello porque por La Guaira volverán pero a Maracaibo cuándo. Y tampoco hay manera de hacer entender a los que se encargan del Ministerio de Obras Públicas o de Infraestrutura o como se llame que lo de "infra" no quiere decir que haya que estar por el suelo en lugar de cruzando un vacío, y que de los sopotocientos proyectos que se han planteado para una vía alterna había que escoger uno aunque fuera a la suerte, porque igual iban a saltar todos los que hicieron los demás proyectos a decir que escogieron el peor porque si patatín y que si patatán, y si hubieran escogido uno en los ochenta o en los noventa ya tendríamos el megaterraplén o el viaducto alterno o la autopista por Izcaragua y hasta Caracas mudada a Villa de Cura, pero no hay manera de hacer entender a los empresarios constructores y proyectistas que era mejor que escogieran el proyecto del otro a que no escogieran ninguno, y ahora JVR se lava las manos como Pilatos las bolas d'él, y Diosdado Cabello nunca fue Ministro de Infraestructura y si lo fue no le dijeron que el puente se está cayendo y si se lo dijeron creyó que era el de Londres, que ahí está todavía en pie a pesar de todos los años que tienen cantando que se va a caer, porque los londinenses parecerán gafos o apagados pero no lo son porque construyeron una chorrera de puentes para atravesar el Támesis y nosotros nos quedamos con un solo viaducto y ahora no tenemos ninguno o sí lo tenemos, pero ahora todos lo queremos convertir en monumento a la indolencia o a la imprevisión o a la improvisación o a la corrupción, y nos pasaremos otros meses más decidiendo monumento a qué lo convertimos.
Y en eso pensaba cuando le iba a responder a mi amigo que me preguntaba si era verdad lo que sucedía aquí, y entonces me dije para mis adentros como ahora lo digo para mis afueras con este mensaje, que hay que hacer algo, y cuando yo digo hacer algo es poniéndome la nariz roja y aquí está el payaso o Rodolfo el reno, que es lo mismo que del dicho al hecho, y agarré y le escribí a mi amigo como cuando le escribí en otras ocasiones cuando me preguntó sobre el deslave de Vargas y sobre el CNE unicolor y sobre la Asamblea Nacional unicolor y sobre el TSJ unicolor y sobre los juicios por delitos inexistentes y sobre los militares hablando de política y sobre el avión presidencial y las comitivas de cien personas cuando el comandante sale a regalar millones de dólares a otros países para reírse de cómo bajan la cabeza y genuflexan los políticos cuando hay millones de dólares de por medio, y sobre la lista de Gascón y la de Maisanta y sobre los médicos cubanos que ni gafos que fueran pa' no venirse y no quedarse y andar ahora vendiendo seguros porque ganan más y no viven en un barrio donde no se ven sino enfermos que no dan propinas ni comisiones, y sobre los bachilleres integrales que no ven inglés porque es lenguaje del imperialismo y después se van a Cuba a estudiar medicina integral que es medicina sin leer libros en inglés porque eso es medicina imperialista y mejor son los libros de medicina natural en cubano.
Y en eso estaba y ahí sí es verdad que me dije hay que hacer algo y por eso les escribo para que hagamos algo y es que hagan como hice con mi amigo, que cuando me preguntó si era verdad lo del viaducto me hice el José Vicente Cabello o el Diosdado Rangel y le dije que nada de eso era verdad, que eran vapores de la fantasía, son ficciones que a veces dan a lo inaccesible una proximidad de lejanía, son inventos de los medios de comunicación, una campaña mediática que llegó hasta allá donde tú estás, amigo mío, porque nada de eso está ocurriendo y tampoco era verdad cuando te dije que sí era verdad lo de los unicolores aquellos y lo de los cubanos ¿te acuerdas que me preguntastessss? pues no era verdad tampoco, y aquí no ha pasado nada y aquí todo está bien, no como para que te vengas, amigo mío, porque es como en todo el mundo menos en China, porque aquí no hay casi crecimiento como en muchos países del mundo menos en China, que es comunista con McDonalds y Cocacola y Adidas y fórmula 1 y Miss China y Mis Hong Kong, así que no te vengas, yo te aviso cuando todo esté mejorando, pero tampoco estamos tan mal como para que no nos tomemos una taza de café de vez en cuando (si lo consigo, pensé yo, y ahora menos sin el viaducto) y no te sigas creyendo todas esas barbaridades que inventan los periódicos para vender, que claro que el gobierno es malo, como todos los gobiernos del mundo menos el de Suecia pero quién se va a ir para ese frío y claro, si lo suecos no salen de su casa porque se congelan y cuando salen es a zambullirse en un hueco en el hielo y salen corriendo pa'l sauna, qué sueco va a estar hablando mal del gobierno y si hablan es poquito porque todos se desnudan en el sauna, los amigos, la familia, los visitantes y hasta el desconocido que pasaba por ahí, todos en pelotas en el sauna, quién carrizo va a estar hablando mal del gobierno u ocupándose de si el gobierno es bueno o es malo.
Así que amigos, hagan algo: cuando les hablen o les pregunten del viaducto o de los supuestos desmanes del comandante o de sus ministros yesmén o de los jueces del TSJ yesmén o de los miembros del CNE yesmén o de los militares yesmén y de los empresarios yesmén, se hacen los suecos y se meten en el sauna. ¡Ya basta de no hacer nada!

Simón.
Enero 08, 2006