El control de cambio y la
regulación de precios, principales causantes de la escasez y el
desabastecimiento, introducen fatales niveles de ineficiencia en el país que
los padece, y quienes más los sufren son los trabajadores asalariados y las
familias de menores ingresos.
Ningún empresario puede permitir
que sus trabajadores falten dos días al mes sin sufrir una importante baja en
sus ingresos, y en los actuales momentos en Venezuela, quien no tiene para
pagar los precios que cobra un bachaquero por los productos de la cesta básica,
tiene que dedicar al menos dos días al mes para hacer colas y recorrer abastos
y supermercados para lograr adquirir lo que necesita para llenar el estómago de
su familia, aunque tal vez no lo suficiente para alimentarla adecuadamente. La
gran mayoría de los trabajadores venezolanos no tiene un vehículo propio, por
lo que debe acudir al transporte público, lo que resulta –en la mayoría de las
poblaciones del país –una pesadilla creciente. Así, entre colas a la espera del
transporte, colas de tránsito vehicular en las calles y colas para adquirir
alimentos, medicamentos, productos de higiene personal y limpieza, se
desperdician millones de horas de gente que podría estar produciendo riqueza
para el país.
Desafortunadamente muy pocos
tienen la capacidad para valorar y entender el costo de esta ineficiencia, e
incluso jerarcas del gobierno no sólo aceptan su existencia, sino que con
cinismo llegan a calificar esas colas de sabrosas, un calificativo que sólo lo
entendería en alguien que disfruta la intimidad a juro de ser apretujado en una
cola como la de la foto o dentro de un autobús de transporte público en hora
pico, pero que me resulta inaceptable para quien debería estar pensando y
diseñando políticas públicas para lograr una mejor calidad de vida para la
gente y un país productivo y sustentable.
Sin duda, el 6 de diciembre de
2015 será una buena oportunidad para enrumbar al país por una buena senda,
constituyendo una Asamblea Nacional de mayoría calificada, que se ocupe de designar
autoridades independientes para todos los Poderes Públicos, controlar al
gobierno para lograr una administración sensata de los recursos públicos, y poner
orden en el sistema legislativo venezolano, plagado de leyes incoherentes,
populistas y demagógicas que han permitido alcanzar los escandalosos niveles actuales
de ineficiencia de nuestra sociedad.
Foto tomada de http://renderasbusiness.com/colas-se-multiplican-en-supermercados-de-venezuela-ante-escasez-y-gobierno-envia-resguardo-policial/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario