martes, enero 10, 2006

¡Tenemos que hacer algo!

¡Ya basta! Una vez más me escribe un amigo del extranjero para saber si es verdad lo que está ocurriendo en Venezuela, esta vez por lo del viaducto de la Caracas-La Guaira... la verdad es que podría decir simplemente "el viaducto" porque ahora pareciera que es el único que hay. Lo cierto es que me dio vergüenza cuando empecé a responder a mi amigo y escribir que era cierto, que la única vía más o menos decente para llegar del principal puerto del país y del principal aeropuerto del país a la principal ciudad del país, que es su capital, estaba interrumpida porque el viaducto empezó a caerse porque no hay manera de que la gente del cerro Gramoven entienda que ahí no pueden vivir porque se viene el cerro abajo y con el cerro se viene el viaducto porque no es verdad lo que nos enseñaban en primaria cuando estudiábamos las propiedades de las operaciones matemáticas y nos decían que una propiedad de la mortificación es que el orden de los tractores no altera el viaducto, y resulta que no es así porque sí lo altera hasta el punto de caerse y ahora hay que calarse cuatro horas de viaje hasta el aeropuerto mientras la carretera vieja termina de caerse porque después serán seis horas por Carayaca y treinta y seis por Higuerote-Chuspa-Los Caracas porque a mitad de camino se le rompe una punta d'eje al carro y tardarán dos días en repararlo si consiguen el repuesto que viene por Puerto Cabello porque por La Guaira volverán pero a Maracaibo cuándo. Y tampoco hay manera de hacer entender a los que se encargan del Ministerio de Obras Públicas o de Infraestrutura o como se llame que lo de "infra" no quiere decir que haya que estar por el suelo en lugar de cruzando un vacío, y que de los sopotocientos proyectos que se han planteado para una vía alterna había que escoger uno aunque fuera a la suerte, porque igual iban a saltar todos los que hicieron los demás proyectos a decir que escogieron el peor porque si patatín y que si patatán, y si hubieran escogido uno en los ochenta o en los noventa ya tendríamos el megaterraplén o el viaducto alterno o la autopista por Izcaragua y hasta Caracas mudada a Villa de Cura, pero no hay manera de hacer entender a los empresarios constructores y proyectistas que era mejor que escogieran el proyecto del otro a que no escogieran ninguno, y ahora JVR se lava las manos como Pilatos las bolas d'él, y Diosdado Cabello nunca fue Ministro de Infraestructura y si lo fue no le dijeron que el puente se está cayendo y si se lo dijeron creyó que era el de Londres, que ahí está todavía en pie a pesar de todos los años que tienen cantando que se va a caer, porque los londinenses parecerán gafos o apagados pero no lo son porque construyeron una chorrera de puentes para atravesar el Támesis y nosotros nos quedamos con un solo viaducto y ahora no tenemos ninguno o sí lo tenemos, pero ahora todos lo queremos convertir en monumento a la indolencia o a la imprevisión o a la improvisación o a la corrupción, y nos pasaremos otros meses más decidiendo monumento a qué lo convertimos.
Y en eso pensaba cuando le iba a responder a mi amigo que me preguntaba si era verdad lo que sucedía aquí, y entonces me dije para mis adentros como ahora lo digo para mis afueras con este mensaje, que hay que hacer algo, y cuando yo digo hacer algo es poniéndome la nariz roja y aquí está el payaso o Rodolfo el reno, que es lo mismo que del dicho al hecho, y agarré y le escribí a mi amigo como cuando le escribí en otras ocasiones cuando me preguntó sobre el deslave de Vargas y sobre el CNE unicolor y sobre la Asamblea Nacional unicolor y sobre el TSJ unicolor y sobre los juicios por delitos inexistentes y sobre los militares hablando de política y sobre el avión presidencial y las comitivas de cien personas cuando el comandante sale a regalar millones de dólares a otros países para reírse de cómo bajan la cabeza y genuflexan los políticos cuando hay millones de dólares de por medio, y sobre la lista de Gascón y la de Maisanta y sobre los médicos cubanos que ni gafos que fueran pa' no venirse y no quedarse y andar ahora vendiendo seguros porque ganan más y no viven en un barrio donde no se ven sino enfermos que no dan propinas ni comisiones, y sobre los bachilleres integrales que no ven inglés porque es lenguaje del imperialismo y después se van a Cuba a estudiar medicina integral que es medicina sin leer libros en inglés porque eso es medicina imperialista y mejor son los libros de medicina natural en cubano.
Y en eso estaba y ahí sí es verdad que me dije hay que hacer algo y por eso les escribo para que hagamos algo y es que hagan como hice con mi amigo, que cuando me preguntó si era verdad lo del viaducto me hice el José Vicente Cabello o el Diosdado Rangel y le dije que nada de eso era verdad, que eran vapores de la fantasía, son ficciones que a veces dan a lo inaccesible una proximidad de lejanía, son inventos de los medios de comunicación, una campaña mediática que llegó hasta allá donde tú estás, amigo mío, porque nada de eso está ocurriendo y tampoco era verdad cuando te dije que sí era verdad lo de los unicolores aquellos y lo de los cubanos ¿te acuerdas que me preguntastessss? pues no era verdad tampoco, y aquí no ha pasado nada y aquí todo está bien, no como para que te vengas, amigo mío, porque es como en todo el mundo menos en China, porque aquí no hay casi crecimiento como en muchos países del mundo menos en China, que es comunista con McDonalds y Cocacola y Adidas y fórmula 1 y Miss China y Mis Hong Kong, así que no te vengas, yo te aviso cuando todo esté mejorando, pero tampoco estamos tan mal como para que no nos tomemos una taza de café de vez en cuando (si lo consigo, pensé yo, y ahora menos sin el viaducto) y no te sigas creyendo todas esas barbaridades que inventan los periódicos para vender, que claro que el gobierno es malo, como todos los gobiernos del mundo menos el de Suecia pero quién se va a ir para ese frío y claro, si lo suecos no salen de su casa porque se congelan y cuando salen es a zambullirse en un hueco en el hielo y salen corriendo pa'l sauna, qué sueco va a estar hablando mal del gobierno y si hablan es poquito porque todos se desnudan en el sauna, los amigos, la familia, los visitantes y hasta el desconocido que pasaba por ahí, todos en pelotas en el sauna, quién carrizo va a estar hablando mal del gobierno u ocupándose de si el gobierno es bueno o es malo.
Así que amigos, hagan algo: cuando les hablen o les pregunten del viaducto o de los supuestos desmanes del comandante o de sus ministros yesmén o de los jueces del TSJ yesmén o de los miembros del CNE yesmén o de los militares yesmén y de los empresarios yesmén, se hacen los suecos y se meten en el sauna. ¡Ya basta de no hacer nada!

Simón.
Enero 08, 2006

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