miércoles, septiembre 23, 2015

Los Trenzares de Historias de Adriana


La mayor parte del tiempo en la casi totalidad del mundo, la vida transcurre tranquila, sin que casi nada ocurra excepto las sencillas labores cotidianas. Tanto es así que los seres humanos nos quedamos absortos ante las noticias de eventos extraordinarios que nos traen los medios de comunicación: conflictos bélicos, catástrofes naturales, enfrentamientos religiosos, accidentes, delitos, pugnas políticas, crisis económicas, en los que se involucra una minúscula fracción de los habitantes del planeta. En las ciudades, donde el ritmo de vida es acelerado por la falta de tiempo para hacer todo lo que queremos o debemos, la vida parece alejada de aquella tranquilidad, como si la sencillez de lo cotidiano se hubiese perdido en algún momento de nuestra historia. El estrés nos domina y nos pone gríngolas que nos impiden encontrar lugares y momentos para el sosiego. Ese modo de vida nos lleva a percibir la acción de trenzar historias que desencadena Adriana, como la recreación de un acto extraordinario o de un recuerdo de costumbres de nuestros antepasados.


Pero la percepción de excepcionalidad de esos trenzares de historias se disuelve desde el primer instante de iniciarlos: las participantes se suman a ellos con la naturalidad de quien los realiza día a día, como si hubieran estado haciéndolos justo antes de salir de sus casas, lo que revela que esa sencilla actividad de peinar y hacer trenzas mientras cuentan historias está a flor de piel, en la punta de la lengua, casi como algo instintivo que no necesita de demasiado estímulo para revelarse, acaso como una exteriorización espontánea de un inconsciente elucubrar de las mujeres en torno lo que ocurre a su alrededor. La mente, las manos y los dedos se mueven casi automáticamente para tejer una cálida y divertida intimidad, mientras los rostros se serenan y ellas relatan anécdotas de la niñez, del día a día, de una bucólica vida que parece ser la de todo el tiempo en todo el mundo.

Imagen tomada de la página de Facebook Trenzar una a una nuestras historias, de Adriana Rondón Rivero

1 comentario:

theorganaizedlady dijo...

Excelente! Como siempre...que estés bien, feliz, algre, o sea, que sigas asi como se te ve en tu escrito de hoy. Te queremos mucho también por aquí, y nos encantaría que volvieras, asi fuera de visita!